RECICLAJE DE CHATARRA DE ZINC

RECICLAJE DE CHATARRA DE ZINC

Hoy en día la chatarra entendida como desecho puede ser una fuente de minerales. Hace 20 años la chatarra se consideraba solo en el aspecto de almacenamiento de forma definitiva y controlada para no dañar el medio ambiente. Actualmente es considerado como una  fuente de explotación de materiales.

Los materiales reciclados reducen la demanda de nuevos materiales, algo a tener en cuenta dado el ahorro energético que implica porque muchos productos industriales se fabrican hoy en día utilizando material reciclado.

El zinc es reciclable completamente sin perder sus propiedades físicas y químicas. En la actualidad casi  el 30% del zinc consumido es obtenido  del reciclado y el 70 % restante se origina a través de lo obtenido en las minas. El nivel al que se recicla el zinc a aumentado al mismo ritmo que se progresa en la tecnología empleada en la producción de zinc. Actualmente  se recicla el 90% del zinc disponible para reciclaje. Se obtienen 600 tn de chatarra de zinc solo de latón reciclado y está aumentando el zinc proveniente de la chatarra de acero protegido por zinc.

El zinc se recicla de:

• Chatarra de productos de latón.
• Chatarra proveniente de galvanizado representan
• Chatarra de piezas de zinc, el polvo de zinc filtrado por los hornos de las acerías representa un 6% al igual que las chapas de acero

El reciclado de la chatarra de acero recubierto de zinc, se produce sobre todo de dos fuentes, la chatarra de procesos de fabricación y la de productos obsoletos. Por lo general  la chatarra nueva se produce durante el proceso de fabricación  de la chapa acero recubierto de cinc o al fabricar  vehículos, en algunos componentes para la construcción y otros procesos de fabricación de piezas.

Los vehículos se fabrican con multitud de materiales. Las cantidades depende del diseño, aunque el acero es el material más  predominante. La carrocería de los  automóviles moderno se fabrica principalmente con chapa de acero recubierto de zinc, lo que mejora la resistencia de la corrosión del acero. Si el acero no estuviera protegido contra la corrosión, la vida de los automóviles sería más corta, lo que aumentaría el consumo de recursos naturales en la fabricación de nuevos vehículos que sustituyeran a los dañados por la corrosión.

En Recemsa reciclamos el cinc  en diferentes formatos para su futura fundición en hornos. El material en estado líquido se convertirá en nuevos artículos como vemos en los ejemplos de las imágenes

Fuente http://www.latiza.com