La compraventa de chatarra es el proceso por el cual una entidad debidamente autorizada en la gestión de residuos metálicos, adquiere o vende chatarra de diversos metales a empresas, industrias o particulares.
Depende de qué metal se trate. No obstante, las chatarrerías que ofrecen un servicio transparente y profesional tienen como primera referencia la cotización del metal puro según los mercados bursátiles más importantes. A partir de ahí, la tasación dependerá de otros factores tales como la demanda de dicho metal o aleación tanto en los sectores industriales que lo precisan como en las compañías de fundición. Cabe señalar que el estado de la chatarra también influirá en su precio final.
Como todo negocio de compraventa de chatarra, se encargan de reciclar y gestionar metales. Estos se dividen en dos grandes grupos: Ferrosos y no ferrosos. O dicho de una manera más coloquial, el hierro y a partir de ahí los demás (cobre, aluminio, plomo, zinc, níquel, estaño… y un largo etc).
Un buen gestor de residuos gestiona todos ellos en diferentes formatos. De este modo, cada metal puede presentarse en formas distintas como chatarra comercial, recortes, virutas, chapa, radiadores o cables. Para ello, la industria chatarrera se ha modernizado mucho tanto a la hora de tratar el metal con la maquinaria más avanzada como también prestando servicios más personalizados. Con respecto a este último punto debe hacerse referencia a la “recolección a domicilio” con camiones y contenedores chatarreros o, también, la gestión de metales en obras de derribos y demoliciones.
Todos los metales y aleaciones susceptibles y necesarias de reciclar. Su reutilización y optimización es vital para la conservación del medio ambiente y la salud del planeta. No obstante, existen algunos metales con propiedades especialmente aprovechables en este sentido.
Para llevar a cabo un centro de compraventa de chatarra, aparte de contar con técnicos cualificados y maquinaria de última generación para el tratamiento de los materiales (camiones, prensas, grúas, trituradoras, palas…etc) debes poseer la autorización, permisos y certificados pertinentes para poder gestionar residuos metálicos por parte de la autoridad competente.
De este modo, los negocios de compraventa de chatarra tienen una responsabilidad social cada vez más creciente. Son los responsables de garantizar y supervisar la correcta gestión de materias primas que realice una sociedad. Por otro lado, también deben asegurar a través del tratamiento de la chatarra que los metales estén en buenas condiciones. Recemsa, El Chatarrero es una empresa de reciclaje autorizada por la Comunidad de Madrid para la gestión de residuos, especializados en chatarras y metales desde 1960 Y es que el mundo actual debe hacerse a la idea de que necesitamos reutilizar todo aquello que utilizamos en el día a día. La producción ingente y la sobreexplotación mineral conducen a un impacto medioambiental del que no habrá vuelta a atrás si no actuamos a tiempo. Es una responsabilidad que atañe a todos/as. Consulte más información en nuestra sección de curiosidades.
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