Conoce detalles importantes del acero inoxidable que debes saber
Como ya es frecuente en nuestro blog, en Recemsa El Chatarrero intentamos acercar a las personas las propiedades, usos y curiosidades de todos los metales y aleaciones que reciclamos en nuestros centros. Se trata de una labor pedagógica y didáctica para dar a entender la importancia que los materiales metálicos desempeñan en nuestro día a día y en nuestra sociedad. A partir de ahí, es vital señalar la importancia de su reutilización para optimizar los recursos. En este caso, hablaremos del acero inoxidable. El cual tiene un papel protagonista en multitud de industrias y fabricación de aparatos. Analizaremos sus principales virtudes y datos importantes que merecen ser conocidos.
¿Qué es el acero inoxidable?
Se trata de una aleación del propio acero. Dicha aleación contiene entre un 10% y un 12% de cromo. No obstante, también puede contener ciertas cantidades de otros metales como el níquel, el tungsteno o el molibdeno. Se trata por tanto de una aleación que, lejos de ser un revestimiento especial con fines estéticos o de apariencia, tiene cualidades maximizadas para distintos usos. Su resistencia a la corrosión es especialmente remarcable. Además, hablamos de un material que no sufre daños en contacto con el oxígeno. De hecho, estas propiedades mecánicas, higiénicas y estéticas le confieren al acero inoxidable usos importantes en industrias médicas. Aunque, como veremos posteriormente, se utiliza en multitud de sectores y ámbitos.
¿Para qué sirve el acero inoxidable?
Los usos de este material están extendidos a multitud de sectores industriales y producción tanto de aparatos como de automóviles. Podemos ver su influencia en la producción de electrodomésticos del hogar, en los cuales son muy utilizados. En el sector automovilístico, el acero inoxidable también desempeña usos vitales. Sobre todo en piezas específicas como por ejemplo los tubos de escape, gracias a su resistencia a la corrosión y a otros agentes. También es un material primario en todo lo que concierne a la construcción de edificios. Ya sea en materiales de las propias estructuras o en las fachadas. A partir de ahí, a la hora de adquirir alimentos podemos observar el acero inoxidable como recipientes de muchos de ellos.
Tipos de aceros inoxidables
Pese a que su definición común ya la hemos comentado, existen varias tipologías de acero inoxidable. En especial, hay 3 separaciones o subtipos básicos que cada cual obtienen unas características especiales. Son los siguientes:
- Aceros martensíticos: Fue la primera rama de acero inoxidable que tuvo un desarrollo en la industria. Por lo general contienen de un 10,5% a 18% de cromo y un 1,2% de carbono. Sus usos son variados (frenos de automóviles, cuchillos, turbinas, tuercas, material quirúrgico o palos de golf).
- Aceros ferríticos: Son aquellos que contienen al menos 16% de cromo y 0,12% de carbono. En ellos encontramos, a su vez, 5 grupos distintos dependiendo de los componentes u otros metales presentes en la aleación. Este tipo de acero inoxidable se endurece por deformación y no tienen gran dureza. Están presentes en aparatos de hogar y en la industria alimenticia.
- Aceros austeníticos: A esta familia pertenecen multitud de subtipos de aleaciones a su vez. Por lo general, se trata de aceros con una resistencia superior a la corrosión, con gran soldabilidad y con un factor de higiene muy apreciable. También son funcionales a temperaturas muy altas y muy bajas.
Como ven, el acero inoxidable es una aleación que permite unas propiedades mecánicas, físicas y estéticas especialmente apreciadas para distintas aplicaciones. Por ello, es conveniente reciclar sus residuos del mejor modo posible de cara a ejercer un mejor uso de él y dotar a las industrias de suministros contaminando mucho menos el medio ambiente. En Recemsa El Chatarrero procedemos a su gestión. Contacte con nosotros y le informaremos de todas las condiciones al respecto.
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