Los daños que provoca el metal no reciclado en el medio ambiente

Los residuos de metal no reciclado tienen un impacto sobre el medio ambiente indiscutible y muy pronunciado. El hecho de que el metal se abandone en el entorno natural hace que estos residuos contaminen a todos los niveles. Estos niveles a los que hacemos referencia no son otros que el aire, el agua, el suelo y los efectos generales sobre el ecosistema en su conjunto. La emisión de gases como el C02 a la atmósfera, el impacto que estos residuos dejan en la propiedad y la fertilidad del suelo o la descomposición de metal en el agua, son problemas medioambientales acuciantes que el reciclaje de chatarra pueden paliar.

¿Cuál es el impacto del metal no reciclado en el medio ambiente?

El peligro de los metales va en aumento por el hecho de que no son química ni biológicamente degradables. Una vez liberados, pueden permanecer en el medio ambiente durante cientos de años. La contaminación ambiental causada por la liberación de materiales tóxicos en la atmósfera, el agua y el suelo es un problema reconocido desde hace muchos años. Adoptando medidas positivas a nivel individual, puedes desempeñar un papel directo en la mejora de la calidad del aire y del agua. En este punto, también es pertinente añadir lo que representa la agresión medioambiental que produce el abandono de residuos de metal no reciclado en el suelo, el campo o cualquier superficie. Estos metales abandonados y no reciclados acaban contaminando el suelo y terminan contaminando plantas y agentes orgánicos muy importantes en el ecosistema. En este sentido, queda claro que la acumulación de chatarra o metales sin reciclar en el suelo provoca su esterilidad y perjudica a su acumulación de agua.

La necesidad de reciclar metal de un modo adecuado

La recuperación y el reciclaje de los residuos metálicos es un proceso que integra las fases de recogida y clasificación, fragmentación y fundición. Hay que establecer sistemas de recogida desde las industrias, así como sus zonas de acumulación o gestores privados. En este sentido, las chatarrerías como la nuestra proporcionan facilidades y sistemas eficientes de recuperación de chatarra. De este modo  cada vez existiría menos metal no reciclado y se apueste por su reutilización. A partir de ahí el metal adquirido a industrias, empresas, talleres o particulares se gestiona. Procediendo, de este modo, a trabajos de separación, purificación…etc. A partir de ahí, dicho metal ya gestionado se lleva a empresas de fundición para que pueda servir para otros usos.

En este sentido y a nivel de daños a personas, debemos hablar también del peligro del metal no reciclado. El impacto hacia el ser humano por la exposición a los mismos está demostrado. Y es que algunos tipos de cáncer y enfermedades en órganos vitales como el riñón puede ser consecuencia de la exposición a estos elementos.

Los motivos para entender que es urgente optar por el reciclaje de metales son multitud y sobradamente probados. Una actividad que únicamente contiene ventajas a niveles medioambientales, económicos y de salud hacia la sociedad en su conjunto. Por ello es conveniente instruir en este tipo de informaciones contribuyendo a que la ciudadanía entienda las ventajas de esta labor que nosotros llevamos a cabo del modo más profesional posible. Para ello, también nos esforzamos en plantear todo tipo de condiciones cómodas hacia los proveedores. Por supuesto, también unas tasaciones justas y de un modo claro y transparente a la hora de comprar chatarra de diversas tipologías de metal. La economía circular es una alternativa clara a la producción masiva y a la gestión inadecuada de materias primas –ya sean metálicas o de otra índole-. Sigamos trabajando en estos objetivos día a día.