¿Cuáles son las propiedades del cobre?

Las principales propiedades del cobre son la conductividad, la maleabilidad y su ductilidad. Por ello, se trata de un metal presente en multitud de circuitos y conexiones eléctricas, aparte de formar parte del cableado que integran las telecomunicaciones. Además, es un metal muy reciclable dado que sus características y sus cualidades no se pierden cuando es utilizado una y otra vez. Es uno de los metales más utilizados del mundo y se considera protagonista en las políticas de reutilización y gestión de las materias primas.

A menudo, suele decirse que junto con el aluminio, el cobre es el metal por excelencia a la hora de tratar su chatarra en los centros autorizados. A su vez, este material da lugar a multitud de aleaciones que forman otros elementos con propiedades metálicas utilizados para generar gran cantidad de productos que vemos en el día a día. Este hecho viene apoyado en cierta medida por presentar una resistencia importante tanto a la corrosión como a la oxidación. En este punto, cabe señalar aleaciones muy apreciadas como los distintos latones, bronces o, incluso, aleaciones con cobre y níquel.

¿Cuáles son los usos y aplicaciones del cobre?

Una de las principales propiedades del cobre es la gran cantidad de aplicaciones que contempla. Este metal puede encontrarse en multitud de objetos y circuitos:

• Tuberías de agua.
• Tubos de rayos catódicos.
• Instrumentos musicales.
• Hilo conductor de electricidad en aparatos eléctricos.
• Interruptores.
• En la época antigua, el cobre también se utilizaba en multitud de recipientes de agua debido a que resiste la oxidación de manera notable.

¿Qué es el cobre?

El cobre es un metal de transición dentro de los elementos catalogados en la tabla periódica. Por ello, cabe resaltar que es un material presente propiamente en la naturaleza. Tiene un color rojo anaranjado y posee el número atómico 29. Los sulfuros minerales como, por ejemplo, la calcocita, son la principal fuente mundial sobre la cual se extrae este metal.

Precisamente por ser un elemento natural, está presente en nuestro entorno y en los demás elementos. Hablamos de una material que, independientemente de sus aplicaciones o de los objetos producidos a partir de él, también se encuentra en el aire que respiramos o la comida que ingerimos. De hecho, las propiedades del cobre en la salud son ya conocidas y notorias. No obstante, cabe resaltar también que el exceso de este metal en nuestro cuerpo puede ocasionar fallos graves en órganos vitales del cuerpo humano. Provocando, de esta manera, la muerte en algunas ocasiones.

Una industria muy extendida

Debido a todas las propiedades del cobre aquí mencionadas, se ha desarrollado un tejido industrial enorme en torno a la explotación de este metal. Además, como también avanzábamos antes, su capacidad para formar aleaciones útiles también ha posibilitado la proliferación de industrias propias para trabajar esta amalgama de elementos metálicos resultantes. En este punto, cabría diferenciar entre la minería del cobre y la metalurgia.

Haciendo referencia a este último punto, es necesario incidir en la necesidad de reciclar correctamente este metal. Su producción ha aumentado en los últimos tiempos de manera exponencial. Por ello, ahora más que nunca el cobre está presente en el medio ambiente. En el aire, puede concentrarse por ejemplo mediante la combustión de combustibles fósiles. De esta manera, una vez llueve, este metal regresa a la tierra, la vegetación e incluso a los animales. Provocando una contaminación por concentración abusiva de este elemento.

Por este motivo, la optimización y gestión de sus residuos es totalmente necesaria para preservar la salud medioambiental tal y como ocurre con el resto de los metales. Es el momento de aprovechar las propiedades del cobre y reutilizar la cantidad ya producida. El desafío del reciclaje será largo y tendrá a este metal como un protagonista más.