Hay ocasiones en las cuales multitud de personas no conocen las características importantes que integran muchos metales que usamos o vemos en el día a día. Materias primas absolutamente vitales para entender nuestro entorno tecnológico, productivo y cultural. En el caso del metal que nos ocupa hoy, intentaremos enseñarte las propiedades del titanio. Un material único en su composición que cuenta con rasgos muy reseñables.
El titanio es un metal de transición de un metal grisáceo. Puede formar aleaciones con otros metales como el aluminio, el hierro o el vanadio. Independientemente de sus propiedades, se trata de un material único en la naturaleza con aplicaciones muy específicas dentro de la industria y la tecnología.
Sus usos y aplicaciones son muy diversos. Las propiedades del titanio hacen que este material se utilice tanto para producir objetos como para ser piezas fundamentales de dispositivos tecnológicos o maquinaria de última generación de bienes comunes. Su dureza y resistencia lo convierten en un metal perfecto para usarse en helicópteros, aviones, o transporte militar. Lo mismo ocurre con el armamento. Sin embargo, debido a su ligereza también se puede observar en la mayoría del material quirúrgico utilizado en los hospitales y clínicas. Además, su impasividad ante la corrosión hace que los intercambiadores de las desalinizadoras también estén fabricados a base de titanio.
Pese a que se trate de un metal muy presente en nuestro planeta, las propiedades del titanio son tan únicas y sorprendentes que su cotización aumenta cada vez que la tecnología se desarrolla aún más. Precisamente por ello, es necesario utilizar técnicas, maquinaria y procesos de gran nivel de ingeniería y tecnología para poder hacer uso del titanio.
Estamos hablando de un material complicado de manipular. Por ello, su producción no es sencilla y, a su vez, su precio es muy elevado.
Debido a todos los factores aquí mencionados, el titanio es un metal que se está utilizando mucho en sectores, industrias y corporaciones muy específicas como por ejemplo la implantología dental. Por ello, de la misma manera que nos referimos a él como un material muy apreciado, también es necesario subrayar la importancia que tendrá su reciclaje y reutilización en los próximos tiempos.
Sin duda, las propiedades del titanio no encuentran parangón en otro metal que provenga de la naturaleza. Quizá por este motivo sea conveniente no explotar demasiado su producción y optar por una nueva vía sostenible a tiempo. Antes de que sus aplicaciones y usos se multipliquen en las mencionadas industrias. El planeta lo agradecerá.
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