DESMONTANDO LOS MITOS SOBRE EL COLTÁN
DESMONTANDO LOS MITOS SOBRE EL COLTÁN
¿Sabemos de que están compuestos nuestros teléfonos móviles?
Existe una avalancha de especulación, desinformación y sensacionalismo, que rodea al mal llamado “Coltán”, al cual también califican como: ‘oro azul’, ‘nuevo mana’ o ‘petróleo de barro’, los mitos sobre el coltán son extensos, y de diversos tipos.
La verdad sea dicha: “Coltán” no es un mineral, su valor y precio está lejos del oro y no es tan exótico como se pretende mostrar. Su importancia radica en que, es y seguirá siendo, fundamental para el desarrollo de nuevas tecnologías y materiales metalúrgicos superresistentes.
Actualmente, han sido identificadas más de 70 mineralizaciones que contienen estos elementos con composiciones químicas y estructuras cristalinas diferentes. Las mineralizaciones del Ta y Nb, económicamente, más valiosas e importantes son la Tantalita y la Columbita.
Pues bien, a ambos, Columbita y Tantalita, junto a otros minerales portadores de tantalio y niobio, se les conoce informalmente por la abreviatura “Coltán”; pero, si se quiere hacer precisión y referirse apropiadamente al respecto de estas riquezas, las cuáles posee Venezuela, Brasil y también Colombia, es necesario empezar a hablar particularmente del tantalio y el niobio, elementos base de estas mineralizaciones.
El tantalio y el niobio son metales refractarios; es decir, tienen un elevado punto de fusión y soportan temperaturas excepcionalmente altas, 3.017ºC y 2.468ºC respectivamente.
La resistencia al calor del Ta es dos veces la del hierro y sólo es superada por las del wolframio y el rhenio; en consecuencia, el Ta y Nb tienen el potencial de ser utilizados en aplicaciones resistentes a altas temperaturas. Incluso, el carburo de tantalio (TaC) soporta 3.880ºC y tiene, además, una dureza similar al diamante.
Tanto el Ta como el Nb son bien conocidos y no hay misterio a cerca de ellos; presentan un color gris brillante que tiende a tornarse azul cuando están en contacto con el aire; ambos pertenecen al grupo de los metales de transición, tienen alta densidad y peso, buena ductibilidad, son resistentes a la corrosión y, magníficos conductores térmicos y de electricidad.
Gracias a sus excepcionales propiedades, son empleados actualmente para la fabricación de componentes de alta tecnología y en aleaciones metalúrgicas superresistentes.
Realmente, no son tan raros como se cree: el Ta ocupa el lugar 53 y el Nb el 32 en abundancia natural entre los elementos de la corteza terrestre; es decir, son relativamente comunes si se comparan con el oro, por ejemplo, que ocupa el lugar 75.
Es muy probable que la mayoría de nosotros hayamos oído hablar del coltán. Se trata de un mineral que se emplea para fabricar componentes claves de los móviles, smartphones y dispositivos electrónicos portátiles que cada vez hoy en día son más potentes y sofisticados.
Otros de los mitos sobre el coltán es que a veces se nombra en los telediarios como responsable indirecto (en parte) de la guerra que sufre la República Democrática del Congo (donde se hallan las mayores reservas mundiales de coltán).
El coltan o coltán es una mezcla de los minerales columbita (una mena de columbio o niobio) y tantalita (una mena de Tantalio). El coltán es de color gris metálico oscuro. Sabemos, por tanto, para qué se usa. Sabemos de dónde se extrae. Pero en general, cuando se habla de este mineral, a la mayoría se le olvida decir lo que es. La palabra coltán es una abreviatura de columbita-tantalita.
Se trata de un recurso estratégico imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados. El tántalo se usa principalmente en la elaboración de condensadores. El condensador electrolítico de tántalo es, en la actualidad, un tipo bastante común de condensador presente en gran cantidad de dispositivos electrónicos, como en teléfonos móviles, computadoras, pantallas de plasma, cámaras digitales o equipos de alta tecnología como, por ejemplo, los satélites artificiales. Estos dispositivos son cada vez más pequeños, delgados y fiables gracias, en gran parte, al uso de los condensadores electrolíticos SMD de tántalo, que han ido sustituyendo a los condensadores electrolíticos tradicionales. Aunque la mayoría de los dispositivos electrónicos pueden funcionar con condensadores electrolíticos normales, los condensadores electrolíticos de tántalo tienen valores de capacidad eléctrica más exactos y, en especial, son mucho más pequeños. Esto los hace ideales para las exigencias actuales de miniaturización de los dispositivos electrónicos. La gran demanda de estos condensadores ha elevado el precio del tántalo. Un condensador de tántalo cuesta más que un condensador electrolítico normal de las mismas características.
Otro campo de aplicación interesante de este metal es el de las comunicaciones ópticas. El niobato de litio (LiNbO3) se usa en guías de onda, moduladores y conmutadores optoelectrónicos o láseres. Este compuesto es clave para poder elaborar redes de fibra óptica más rápidas y eficientes, y así, entre otras cosas, poder disfrutar de conexiones más rápidas a Internet.
Actualmente se encuentra en estudio su extracción en la comunidad autónoma de Galicia por una empresa canadiense. Nosotros nos preguntamos: ¿Estos materiales podrán reciclarse algún día correctamente?
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