El arte de la forja, la creación de la belleza.
El arte de la forja es una de las aficiones más artesanas y reconocidas en nuestro país. La realidad es que es necesario un talento para la creación de la belleza a través de los metales, un martillo y un yunque.
¿Cómo es el desarrollo de la forja?
Todo el proceso de la forja se convierte en un arte, no sólo el diseño y la fabricación, también los maravillosos colores que se producen y sus cambios permiten disfrutar de esta creación que se introdujo en la cultura íbera a partir del siglo VIII a.C. según el arqueólogo Hermanfrid Schubart. Aunque lo cierto es que en la Península Ibérica evoluciona con una personalidad propia, con influencias de otras zonas y colonizaciones.
La metalurgia del hierro que comenzó a trabajarse en la cultura íbera era un hierro muy puro y la forja en frío. Primero se fundía el hierro para vaciarlo en moldes que se tapaban con una piedra. En cuanto a las técnicas usadas para bronce y cobre, se diferencian de la metalurgia, de manera que surgen nuevos artesanos que se especializan en distintos útiles: así fueron especializándose los herreros, orfebres y fundidores. En el caso del hierro, los principales usos fueron la creación de herramientas agrícolas, además de objetos de adornos, navajas…y, por supuesto, herramientas y armas.
En la actualidad, todavía seguimos encontrando lugares en los que se desarrolla este oficio, con mucho tiempo y dedicación, dando forma al hierro de una manera nada similar a la forja industrial. El proceso, que se inicia mediante el calentamiento, busca ablandar el metal para trabajarlo martilleándolo una vez ha alcanzado la temperatura adecuada. Técnicas como el estirado y aplanado son necesarias para cambiar el espesor de la pieza y hacerla lisa, ofreciendo un aspecto que se consigue hacer con la pasión del artesano y su talento. Posteriormente, aunar las distintas piezas con la técnica oportuna para crear la unión y resultado perfectos.
Sin lugar a dudas, el arte de la forja logra crear elementos exclusivos realizados con metales en sectores como la decoración, la arquitectura…con resultados únicos y especiales que permitirán obtener piezas espectaculares con carácter propio. Por ello, es imprescindible continuar manteniendo esta profesión, en la que la tradición y el diseño consiguen objetivos únicos.
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