Objetos metálicos

Cuando hablamos de objetos metálicos, nos referimos a todo tipo de artículos fabricados total o parcialmente con metales como hierro, aluminio, cobre, bronce o acero. Desde una vieja sartén hasta una viga de acero en una obra, todo entra en esta categoría. Estos objetos pueden encontrarse en casa, en fábricas, en obras y hasta tirados en la calle. Lo increíble es que, aunque muchas veces los damos por perdidos o inservibles, ¡pueden tener una segunda vida gracias al reciclaje!

Los objetos metálicos tienen un valor que va mucho más allá de su función inicial. Por su durabilidad, resistencia y posibilidad de ser fundidos y transformados, son protagonistas silenciosos en la economía circular. Si tienes una montaña de chatarra metálica en el trastero o acabas de desmontar un mueble oxidado, estás literalmente sentado sobre dinero.

Tipos de objetos metálicos comunes

Hay una gran variedad de objetos metálicos. Aquí te dejamos una lista con algunos de los más habituales:

• Electrodomésticos: neveras, lavadoras, microondas… todo esto está lleno de metal útil.
• Herramientas: martillos, destornilladores, llaves inglesas y similares.
• Automóviles: desde piezas del motor hasta las llantas, todo lleva metal.
• Estructuras de obra: vigas, tuberías, mallas metálicas.
• Material de oficina: archivadores, sillas, mesas con patas metálicas.
• Artículos del hogar: lámparas, estanterías, muebles metálicos.
• Elementos electrónicos: ordenadores, móviles, cables de cobre.

Y esto es solo la punta del iceberg. Prácticamente todo lo que usas tiene algún componente metálico que puede reciclarse.

Los objetos metálicos están en todas partes, y cada uno de ellos guarda un valor oculto que, con el reciclaje adecuado, puede transformarse en recursos, energía y beneficios económicos. Desde una simple lata hasta estructuras de gran tamaño, cada pieza cuenta. Así que ya sabes, antes de tirar cualquier cosa metálica, ¡piensa en todo lo que puede llegar a ser!