Por todos y todas son conocidas las prestaciones que el aluminio expone como metal. De hecho, en anteriores entregas de este blog hemos hablado de todas y cada una de ellas. Se trata, sin duda, de un metal de perpetua reciclabilidad, ligero, flexible, con gran ductilidad, impermeable ante el agua y que, además, no se corroe. Todas ellas son características encomiables que hacen de él un metal único. Sin embargo, también es especialmente eficaz a la hora de crear aleaciones. Materiales de propiedades metálicas que suelen estar constituidos por un metal y otros componentes. Llegados a este punto, conviene hablar sobre las aleaciones de aluminio más destacadas y sus particularidades.
Normalmente, las aleaciones derivadas con este metal están hechas y planteadas para aportarle más dureza y resistencia. Dado que hablamos del tercer elemento metálico más presente en nuestro planeta, y dado que existen multitud de variaciones en sus aleaciones, sus aplicaciones son de lo más variadas.
En este punto, podemos contemplarlo en conductores eléctricos, aviones (fuselaje, sobre todo) o distintos tipos de transportes, pasando por la industria aeroespacial o el entorno de la arquitectura. Sin duda, aparte de su componente reutilizable, hablamos de un metal particularmente rico usos.
Hablar de una sola aleación superior a las demás en términos de virtud sería complicado. Cada una presenta unas propiedades y particularidades diferentes que aportan gran utilidad a sus cometidos. Sin embargo, si hablamos de un tipo que resalte más por su extraordinaria resistencia, podríamos hacer referencia a la aleación de aluminio 6061.
Durante los últimos tiempos, el ser humano ha ido paulatinamente aprovechando el aluminio en cada vez más usos. La demanda de este metal crece año tras año dada su sobresaliente versatilidad. Al mismo tiempo, nuestro planeta necesita que se deje de producir metal nuevo por encima de las posibilidades del mismo. La emisión de gases a la atmósfera así como la escasez de la materia prima son problemas acuciantes que pueden ser solucionables por medio de la economía circular y la reutilización de metales u otras materias primas. En este caso, el aluminio sirve como ejemplo claro de lo que aquí planteamos.
Para ello, la sociedad necesita contar con profesionales cualificados y con garantías de buenas praxis en el tratamiento de residuos metálicos. Chatarreros debidamente regulados por las administraciones públicas que puedan realizar estos servicios. Se trata de un sector muy importante para entender este cambio, sin duda, a mejor. Por ello, desde El Chatarrero damos voz a todas nuestras actividades. Tratamos de aportar información veraz sobre nuestros objetivos dentro del trabajo que realizamos. Además, los ejercicios de compraventa de chatarra que ponemos a disposición de nuestros clientes, están efectuados con la máxima transparencia y profesionalidad. Nuestro reto es el de convertir el reciclaje en una dinámica común, natural, cotidiana e introducida totalmente en la mentalidad de la sociedad.
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