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QUÉ PASA SI NO HACEMOS UN BUEN RECICLADO DE METALES

HAY QUE HACER UN  BUEN RECICLADO DE METALES

Empezamos poniendo un ejemplo, un automóvil medio requiere unos 800 kg de acero y 130 kg. de metales no ferrosos. Si el nivel de posesión de coches fuera en todo el mundo como por ejemplo el que tienen en USA, la producción automovilística se habría agotado por acabar con todas las reservas de hierro. Por ello es tan importante el reciclado de metales.

El reciclaje de los metales contribuye y mucho a no empeorar el entorno medioambiental actual. Al reciclar chatarra, se reduce la contaminación de agua, aire y los desechos de la minería en un 70%

Al obtener aluminio reciclado reducimos un 95% la contaminación del aire, se ahorra un 90 % de la energía consumida al elaborarlo y reduce el consumo de energía eléctrica, si lo comparamos con los mismos procesos cuando los materiales son procedentes de las minas

Reciclando una lata de aluminio se ahorra la energía que necesitamos para mantener un televisor encendido durante 3 horas.

Una gran ventaja del reciclaje del metal (comparada con el reciclaje de papel), es que el número de veces que puede sufrir este proceso es ilimitado. Además, el reciclaje del metal aporta dos beneficios:

  • Reducción del impacto ambiental que produce la extracción de materias primas.
  • Recuperación del acero es infinitamente menos contaminante y nocivo que la producción de acero nuevo.

Las latas, al ser fabricadas a partir de hierrozinc, hojalata y sobre todo, aluminio, se ha convertido en un auténtico problema al generalizarse su empleo como envase de un sólo uso.

El aluminio se fabrica a partir de la bauxita, un recurso no renovable. Para extraerlo se destrozan miles de km2 de selva y otros espacios del planeta.

La producción de aluminio es uno de los procesos industriales más contaminantes:

  • para obtener una sola Tn se necesitan 15.000kw/h, con los consiguientes impactos ambientales,
  • se producen 5 toneladas de residuos minerales
  • se emiten gran cantidad de dióxido de azufre, fluoramina y vapores de alquitrán, que contaminan la atmósfera y provocan lluvia ácida.

Si estos residuos son enterrados, contaminan las aguas superficiales y residuales a causa de los aditivos y metales pesados que se incorporan al aluminio; si son incinerados, originan la contaminación de la atmósfera.

 

Fuente: http://www.interempresas.net/

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