Los vertederos ilegales siguen azotando el medio ambiente

En nuestro país el problema de la gestión de residuos no está, para nada solventado. Se generan un 10% más de desechos que provienen de la construcción con referencia a la media europea y, por si fuera poco, los vertederos ilegales están proliferando sin control a lo largo y ancho de nuestra geografía. Esta cuestión contiene varias causas, focos y consecuencias.

Vertederos ilegales en toda España

Son demasiados los lugares donde se acumulan deliberadamente toda clase de desperdicios. En la Comunidad de Madrid, sin ir más lejos, se han identificado dos casos graves en el último año. El primero de ellos se localiza a lo largo de los casi seis mil metros que recorre el tramo desde La Gavia hasta el Río Manzanares. Esta senda de contaminación y basura metálica, electrónica, y de obra se expande día a día a sus anchas ante la estupefacción y la indignación de los vecinos. El otro caso localizado sin salir de la comunidad madrileña se encuentra en Aranjuez. En la ciudad más al sur de esta autonomía se encuentran varios vertederos ilegales fuera de control muy cerca de lugares residenciales. El problema de este municipio se acentúa si se tiene en cuenta que los residuos son arrojados por sus propios ciudadanos. Por otro lado, en lugares como Cambre, Sollana o Seseña también se han emitido denuncias sobre gestiones irregulares de desechos electrónicos, metálicos o resultantes de construcciones inmobiliarias.

La Unión Europea, al acecho

El órgano vigilante de proteger los compromisos de cada país miembro de la UE (nada menos que la Comisión Europea, ya ha amenazado a España con castigar mediante sanciones graves si no se controla la situación en torno a los vertederos ilegales y la mala gestión de materias primas, basura electrónica y desechos de obra.

Esta situación, aparte de generar estupor y tristeza, también provoca la incomprensión de los profesionales del sector. Son muchas las chatarrerías, plantas de reciclaje, centros  de gestión de metales y residuos y demás especialistas del sector capaces de trabajar en pos de mejorar el medio ambiente ocupándose de toda esta basura generada y esparcida sin control. En este punto, la desorganización entre los gobiernos para con los expertos en la administración de desechos es patente y conlleva un coste tremendo a la salud pública. Como ven, los vertederos ilegales continúan apareciendo en puntos cada vez más dispersos. Travesías, entornos industriales o terrenos rurales. Allá donde no se controle. Quizá ahí se encuentre la asignatura pendiente. En el control.